Proceden de otras rocas (sedimentarias, magmáticas o metamórficas) que se ven sometidas a altas presiones (por enterramiento o terremotos o fuerzas terrestres intensas) o a altas temperaturas, y se transforman sin llegar a fundirse (porque entonces sería un magma el fundido). En la provincia de Málaga son muy frecuentes. Por ejemplo el mármol, esquistos, pizarras, etc.